Trompe l'oeil

Trompe l'oeil expresión francesa para definir “trampa ante el ojo”; es una técnica pictórica que intenta engañar la vista jugando con la perspectiva y otros efectos ópticos. Esta técnica no solo es aplicada en la pintura, sino también a otros ámbitos del arte escénico, la arquitectura e incluso el cine. Existen ejemplos notables en la arquitectura clásica, como en la Scala Regia del Vaticano, solo por señalar alguno. En éstos se trata de modificar la percepción del espacio mediante efectos arquitectónicos, como variar la altura de las columnas para conseguir, en el caso de la escalera, que ésta parezca mucho más profunda.

Este concepto suele ser sumamente atractivo visualmente, ya que nos genera una falsa realidad al engañar a nuestro cerebro con una imagen instantánea que se logra solo en un punto específico del tiempo y el espacio. Esta “trampa” me hace reflexionar en lo fácil que es creer en las imágenes frente a nosotros, en realidades irrefutables creándonos paradigmas mentales  muy difíciles de desestructurar. Si llevamos esto a nuestra perspectiva personal, emocional e incluso física y logramos abrir nuestra mente a entender la realidad desde distintos puntos de observación, podremos darnos cuenta que la realidad es solo una circunstancia parcial creada por nosotros mismos bajo un solo parámetro y que estamos obviando la globalidad de los hechos que nos rodean, no dejando otra alternativa y polarizando nuestra racionalidad a solo una forma de ver las cosas.

Si prestáramos atención a la diversidad de puntos de vista, tal vez, encontraríamos otras maneras de ver la vida, otros caminos y otras soluciones a conflictos tan propios de cerebros encasillados en las imágenes parciales que nos rodean. El ser humano tiene una capacidad infinita y maravillosa para trascender, y así los ha demostrado a través de los siglos. Pero para lograr una real trascendencia  hay que desconectar, al menos en ciertas ocasiones, los ojos del cerebro racional y conectarlos al alma, permitiéndonos una visión de 360 grados que reordene nuestras emociones “irracionales” y nos plantee una nueva perspectiva, ya no circunstancial, sino globalizada.

Como lo señalé al comienzo de este blog, la invitación está abierta a debatir sobre temas que puedan interesarnos o por lo menos hacernos reflexionar por un minuto sobre los temas que van más allá de nuestra cotidianeidad engañada por el ojo.